‘’No lograste olvidarlo’’
Una rutina diaria que agobió los sentimientos,
Caímos en la misma canción,
Dejándonos llevar por otras voces.
No dijimos la verdad,
Seguimos con la inmadurez,
Lo engañaste y ya se fue.
Ya no hay tiempo que perder,
Tu mente no estará por siempre
Pensando en que debes hacer, sintiendo su piel,
Contándome la fe que se tenían.
Ahora lo sabes, que te engaño contradictoriamente.
Diciendo palabras suaves, sin decir lo que siente.
Moviéndose curvamente para que decaigan sus penas de engañarte.
Pero lo vuelve hacer, diciendo que era amor lo que sentía.
Su prestigiosa mentira, que te ha hecho llorar por las noches,
Por las tardes y mañanas que te entristeció,
Recordando sus mentiras que dulcemente te contó.
Aún así, lo sigues amando,
Como la primera vez que se besaron, cara a cara,
Sin reflexión.
Sufriste la verdadera metamorfosis del engaño,
Transformándote en algo irreal,
Pensando en la verdad, pensando si te mintió esa vez.
¿Desde cuando? Te preguntaste más de una vez,
Acariciando tus manos, pensándolo más seguido,
Hasta que decidiste maltratarte…
Hay algo entre sus manos, algo en su mirar,
Que te ha hecho entristecer,
Esa verdadera mentira que aún no te había contado,
La coloco sobre tu rostro,
Dejando así su marca eterna en tu mente.
Dejando así, su verdadera mascara en tus manos.
Desde donde lo viste, parecía no engañar.
El amor te segaba y no podías dejarlo.
Sentiste todo eso, después de un tiempo.
Pero ahora es tarde, la verdadera pena ya ha sido sufrida.
Ni con bebidas lograste olvidarlo, ya que inconcientemente, lo sigues soñando.
Una rutina diaria que agobió los sentimientos,
Caímos en la misma canción,
Dejándonos llevar por otras voces.
No dijimos la verdad,
Seguimos con la inmadurez,
Lo engañaste y ya se fue.
Ya no hay tiempo que perder,
Tu mente no estará por siempre
Pensando en que debes hacer, sintiendo su piel,
Contándome la fe que se tenían.
Ahora lo sabes, que te engaño contradictoriamente.
Diciendo palabras suaves, sin decir lo que siente.
Moviéndose curvamente para que decaigan sus penas de engañarte.
Pero lo vuelve hacer, diciendo que era amor lo que sentía.
Su prestigiosa mentira, que te ha hecho llorar por las noches,
Por las tardes y mañanas que te entristeció,
Recordando sus mentiras que dulcemente te contó.
Aún así, lo sigues amando,
Como la primera vez que se besaron, cara a cara,
Sin reflexión.
Sufriste la verdadera metamorfosis del engaño,
Transformándote en algo irreal,
Pensando en la verdad, pensando si te mintió esa vez.
¿Desde cuando? Te preguntaste más de una vez,
Acariciando tus manos, pensándolo más seguido,
Hasta que decidiste maltratarte…
Hay algo entre sus manos, algo en su mirar,
Que te ha hecho entristecer,
Esa verdadera mentira que aún no te había contado,
La coloco sobre tu rostro,
Dejando así su marca eterna en tu mente.
Dejando así, su verdadera mascara en tus manos.
Desde donde lo viste, parecía no engañar.
El amor te segaba y no podías dejarlo.
Sentiste todo eso, después de un tiempo.
Pero ahora es tarde, la verdadera pena ya ha sido sufrida.
Ni con bebidas lograste olvidarlo, ya que inconcientemente, lo sigues soñando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario